La sensación de confort de los comensales es clave para el éxito de un restaurante, ya que si su experiencia y su recuerdo es positivo, las posibilidades que vuelvan es mayor. En este sentido, ¿sabías que la ventilación juega un papel clave? Gracias a la renovación del aire, introduciendo aire limpio en un espacio cerrado, se consigue reducir la concentración de CO2, los olores, los compuestos nocivos y la humedad.
De esta forma, se reduce el riesgo de transmisión de cualquier virus y se garantiza la buena calidad del aire interior del local. Un aspecto que resulta fundamental si queremos crear un ambiente de trabajo adecuado y ofrecer a nuestros clientes un espacio saludable en el que puedan disfrutar gratamente de su experiencia en nuestro local.
Tipos de sistemas de ventilación para restaurantes
Existen dos tipos de ventilación que pueden instalarse en un restaurante:
Ventilación natural
Es el sistema tradicional que se utiliza para ventilar cualquier espacio interior que consiste en aumentar la renovación del aire de dentro con aire de fuera, es decir, al abrir las puertas o las ventanas provoca un flujo de aire que permite dicha renovación.
Para que este tipo de ventilación resulte efectiva, lo ideal es que se haga de manera cruzada. Es decir, debes abrir ventanas y/o puertas opuestas para que favorezca la renovación total de la sala o local. Incluso, si están opuestas en diagonal, la ventilación será aún mejor. Además, existen otras recomendaciones que te ayudarán si optas por este tipo de ventilación:
- Si tienes varias ventanas, es preferible abrir unos centímetros todas y no solo una de ellas al máximo.
- Cuanto más tiempo y más veces de abran las ventanas, mucho mejor.
- Asegúrate de que entra aire limpio en el interior y no contaminado como puede pasar con ventanas que dan a las salidas de humos o zonas de obras donde se levanta polvo.
- La medición de CO2 nos puede ayudar a saber cuándo es recomendable abrir las ventanas.
Ventilación mecánica o forzada
Es una ventilación controlada que emplea sistemas forzados de climatización, los cuales tienen la misma finalidad que la ventilación natural: introducir aire exterior y expulsar aire interior. Además, permiten la ventilación con flujo cruzado para evitar las pérdidas de energía, es decir, al contar con intercambiador de calor, la energía contenida en el aire saliente puede ser transferida a la aire entrante. De esta manera, no se pierde calor en invierno ni entra aire demasiado caliente en verano, lo que te permitirá ahorrar en climatización.
Muchos son los locales dedicados a la restauración que tienen instalados sistemas mecánicos de ventilación que aportan aire del exterior para conseguir evitar la concentración de posibles contaminantes que superen los valores establecidos por ley. Además, para que la calidad del aire sea óptima, este tipo de ventilación puede incluir dispositivos de filtración.
Entre las recomendaciones a tener en cuenta con este tipo de sistemas de ventilación podemos destacar las siguientes:
- Sigue las recomendaciones del fabricante o instalador acerca del mantenimiento del aparato de climatización.
- Comprueba el mantenimiento y la limpieza de los filtros es correcta para evitar que su mal funcionamiento minimice el caudal de renovación del aire.
- Maximiza la cantidad de aire exterior introducido y reduce la del aire recirculado.
- En los baños, en los que puede haber sistemas de ventilación independientes, debes mantenerlos constantemente en funcionamiento.
- Instala equipos de climatización que tengan una alta eficiencia energética y cuenta con dispositivos que regulen la temperatura, como los termostatos automáticos, que te permitirán programar los grados deseados durante un tramo fijo de horas, reduciendo el consumo eléctrico de tu restaurante.
Temperatura ideal en un restaurante
¿Sabes hasta qué punto la temperatura influye en la experiencia de un cliente? En primer lugar, debemos tener en cuenta la cuestión física, ya que si un cliente pasa mucho frío o mucho calor durante su estancia en nuestro restaurante, va a estar incómodo y no querrá volver.
Durante el verano, los expertos recomiendan mantener una temperatura ideal en los restaurantes entre los 21 y los 23 grados. De esta manera, nuestros comensales no tendrán que experimentar sensaciones térmicas desagradables y podrán disfrutar de todo los servicios que les ofrecemos.
Eso sí, cuidado con abusar del aire acondicionado, en caso de tenerlo, cuando la temperatura de fuera es muy alta. Es recomendable que, a la hora de regular la temperatura de nuestro restaurante, tengamos en cuenta los grados que hay en el exterior, ya que un excesivo contraste podría llegar a ser muy desagradable para nuestros empleados y clientes.
Si eres propietario o encargado de un restaurante y no sabes cómo puedes optimizar las condiciones térmicas de tu negocio para que, además de ofrecer un ambiente confortable, puedas ahorrar en la factura de la luz. ¡Nosotros te ayudamos! En TotalEnergies te asesoramos, de manera 100% personalizada,sobre qué fórmula de climatización es la idónea para tu empresa.
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