¿Cómo ahorrar en la factura de la luz de una clínica de fisioterapia?

¿Tienes una clínica de fisioterapia? En ese caso, tienes que saber que existen diferentes medidas que puedes implantar para ahorrar energía, y de esta manera, disminuir tu factura de luz y gas. Te lo contamos todo en este post, ¡presta atención!

 

Identificación de áreas de consumo de energía

Para conocer el potencial ahorro real de una clínica de fisioterapia, es fundamental identificar todas aquellas zonas y sistemas en las que se concentra el mayor consumo energético. De esta manera, podrá estudiarse de qué forma se puede disminuir y optimizar el gasto de luz.

 

Sistema de climatización

Los equipos de climatización son esenciales en las clínicas de fisioterapia, puesto que hay que mantener el bienestar y confort de todos los pacientes y de los empleados. Además, también es imprescindible para poder asegurar un ambiente salubre, evitando la proliferación de virus y bacterias.

Hay que tener en cuenta que, como cualquier espacio médico, las clínicas de fisioterapia cuentan con zonas separadas según su función: sala de espera, pabellones, salas de aislamiento, de tratamiento, del personal, traumatología… teniendo cada una de ellas unas necesidades concretas de climatización. De igual forma, hay que tener en cuenta varios factores, como las condiciones climatológicas de la zona donde se ubica el negocio o el aislamiento del edificio, por ejemplo.

 

Por todo esto, es necesario realizar un estudio detallado de cada área y determinar los grados óptimos para cada de ellas, siempre asegurando que se puedan desarrollar las actividades cotidianas con normalidad.

En este sentido, el RITE actual, o Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios, establece que lo ideal es que en verano se oscile entre los 23 y los 25 ºC, y en invierno entre los 21 y los 23 ºC. Eso sí, de todas maneras, nunca se deben de perder de vistas las propias características de cada negocio.

 

Iluminación

Al igual que ocurre con la temperatura, la iluminación no puede ser igual en todas las zonas de una clínica. Dependiendo de su tamaño, su función o la hora del día, esta puede variar. En las áreas de tratamiento es preciso que las luces sean potentes para garantizar que el personal pueda ejecutar su trabajo, pero sin ser deslumbrantes en ningún momento. Además, se debe intentar aprovechar la luz natural siempre que sea posible, ya que también proporciona más bienestar a los pacientes.

 

Equipos médicos y dispositivos informáticos

En las clínicas de fisioterapia se utilizan diversos equipos y maquinarias, tanto para la aplicación de tratamientos en los pacientes. Por ejemplo, máquinas de calor, de electroterapia o los equipos de ejercicio. Unido a estos, también son necesarios otros sistemas para realizar los procedimientos operativos del centro, incluyendo la utilización de equipos informáticos y de ofimática para optimizar la gestión de los procesos.

En todos los casos, estamos ante sistemas que pueden conllevar un alto consumo energético, ya que forzosamente están activas toda o casi toda la jornada. Es recomendable, por lo tanto, escoger aquellos con un consumo bajo; es decir, cuya etiqueta de eficiencia sea relativa a la A o a la B. Al igual que ocurre con la iluminación, en los momentos en los que no se haga uso de las máquinas y equipos informáticos, como puede ser durante la noche o en los días durante los que no se trabaje, lo mejor será apagarlos. De esta manera, se evita el llamado consumo o gasto fantasma.

 

Soluciones para ahorrar energía

Son varias las medidas que se pueden tomar e implementar con el fin de disminuir el gasto energético en las clínicas y aumentar el ahorro incluso a corto y a medio plazo.

 

Actualización del sistema de iluminación: las bombillas LED.

La actualización de todo el sistema de iluminación es una de las mejores medidas que se pueden tomar para ahorrar energía. Lo más efectivo es utilizar siempre que sea posible luces LED. Su eficiencia es muy alta y su gasto bajo, en especial en comparación con las bombillas alógenas. De hecho, consumen, de media, un 80% de energía menos que estas, y cuentan con un 100% de luminosidad desde su primer uso.

Es importante mencionar que la elección de la iluminación también debe tener en cuenta las características individuales de cada persona, por ejemplo, si tiene algún tipo de sensibilidad ocular. En este sentido, las luces LED pueden regularse y ajustarse dependiendo de lo que sea necesario en diferentes momentos.

 

Instalación de sensores de movimiento e iluminación por zonas

En los edificios hospitalarios también existen habitaciones que no están en constante uso, como, por ejemplo, los almacenes o ciertas zonas desocupadas. Cuando esto ocurra y para evitar gastos de más lo más indicado es apagar todas las luces. Otra buena idea, por ejemplo, para el caso de los baños, es instalar iluminación con sensores, de forma que solo se activen cuando detecten movimiento.

 

Regulación del termostato

Ajustando la temperatura durante las horas de trabajo se evita un consumo excesivo de energía. Además, al mantener una temperatura adecuada se puede garantizar el confort térmico para pacientes y para el personal de la clínica. Esta medida puede contribuir significativamente al ahorro energético y reducción de costos en la factura eléctrica. Por otro lado, durante las horas de cierre de la clínica, es necesario programarlo para que se apague, para así evitar el consumo innecesario.

 

Renovación de equipos obsoletos por otros más modernos con mejor gestión y reducción del consumo energético

No es ningún secreto que, cuanto más modernos sean los aparatos y los sistemas utilizados, menor será su gasto y mayor su eficiencia. En este sentido, la renovación de equipos obsoletos por otros más modernos puede ser una excelente manera de reducir el gasto de energía y ahorrar en la factura de luz.

Por ejemplo, si una clínica de fisioterapia tiene equipos médicos, como lámparas de calor, electroterapia, ultrasonidos, equipos de diagnóstico, entre otros, que tienen muchos años de uso, es probable que estén consumiendo de lo necesario. En este caso, la renovación de estos equipos por unos más modernos, puede tener un impacto en el consumo de energía de la clínica, lo que puede traducirse en ahorros en la factura de luz, al mismo tiempo que se mejora la eficiencia y calidad de los servicios que se ofrecen. Además, las máquinas modernas suelen ser más precisas y exactas en sus mediciones y resultados, por lo que puede aumentar la calidad del servicio al cliente, lo que a su vez puede ayudar a aumentar los ingresos de la clínica. La inversión en equipos nuevos con mejor gestión y reducción del consumo energético tiene, por lo tanto, un efecto doble, impactando tanto en la eficiencia como en las ganancias.

 

Concienciación y motivación del personal

Por último, no hay que olvidar la propia motivación del personal en materia de cuidado del medioambiente. A través de pequeños gestos, trabajadores y clientes pueden promover el ahorro de energía al mismo tiempo que cuidan el planeta.

 

Capacitación del personal en prácticas de ahorro de energía

Algunas de las medidas que se pueden implantar fácilmente en el día a día son:

  • Colocar el mobiliario y la maquinaria de tal manera que dejen pasar la luz natural, sin que bloqueen o tapen total o parcialmente las ventanas.
  • Cuando haga buen tiempo, aprovecha el calor y la luz natural. 
  • Desconexión y apagado de los dispositivos electrónicos innecesarios o que no se están usando en ese momento.
  • Si los ordenadores van a pasar más tiempo de una hora inactivos, por ejemplo, por reuniones o tiempo de descanso, lo mejor es apagarlos y desconectarlos.
  • Si el tiempo de inactividad es menor, lo más recomendable es usar la función de hibernar, puesto que no cierra los archivos abiertos ni detiene los programas que están en funcionamiento.
  • Para lo período de entre 10 y 30 minutos de pausa de los dispositivos, lo más indicado es usar la suspensión.
  • Si existe más de un ascensor en las instalaciones, incentiva el que se llame a uno solo cada vez.
  • Cierre de aplicaciones y programas cuando no se utilizan.
  • Apagado de luces y equipos electrónicos cuando no sean necesarias.
  • Aplicación de medidas para el ahorro de consumo energético en el aire acondicionado, así como en la calefacción. Por ejemplo, a través de la instalación de termostatos que se puedan programar.

 

Motivación del personal a adoptar hábitos de consumo de energía más eficientes

Hoy en día, cada vez existen más programas que buscan motivar a usuarios y personal trabajador a adoptar hábitos de ahorro de energía. Un buen ejemplo lo encontramos en la puesta en marcha por la Junta de Castilla y León, “Está en tu mano”. Además, el propio IDAE o Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía cuenta con un aula digital, Aprende a Ahorrar Energía, en la que ofrece formación específica tanto para empresas como para todas las personas que deseen conocer formas de disminuir su consumo energético.

Estas campañas formativas, al final, buscan educar a los empleados a través de formaciones para que implementen en su día a día gestos y acciones que disminuyan el consumo energético durante su jornada laboral, además de en el resto de planos de sus vidas. Algunas de las medidas incluyen el uso de las escaleras, desplazarse caminando al centro de trabajo, imprimir a doble cara, reutilizar el papel, usar solo papel reciclado, usar los modos económicos y de ahorro de los aparatos o reciclar todo lo que sea posible.

 

Resultados del ahorro de energía

Implementar medidas de ahorro de energía en una clínica de fisioterapia no solo reducirá los gastos de energía, sino que también tendrá un impacto positivo en el medio ambiente al disminuir la huella de carbono del negocio. Al tomar decisiones como la renovación de equipos obsoletos y la regulación de la temperatura en la clínica, será posible aumentar la eficiencia y calidad del servicio al cliente, lo que, a su vez, contribuirá a los ingresos de una manera positiva.

 

Reducción de costos de energía

Estudios dentro del sector empresarial energético estiman que, implantando medidas como las ya expuestas, el ahorro de las pymes en sus facturas puede ser de hasta más del 20% respecto al total gastado. Esto no solo se traduce en un mayor ahorro económico al efectuar un menor gasto, sino también en una mejora de las instalaciones y de los servicios. Si el dinero destinado al pago de las facturas baja, este puede usarse para adquirir mejores equipos y contratar más personal, lo que a su vez aumenta la posibilidad de atraer a más potenciales clientes.

 

Disminución de la huella de carbono de la clínica

En nuestro país, la Oficina Española de Cambio Climático, perteneciente al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, se encarga de gestionar el registro de la huella de carbono de las diferentes empresas nacionales, así como de la compensación a las mismas. Aunque el registro es 100% voluntario y corre a cargo de las compañías, si se cuenta con un buen índice y se presentan unos datos bajos de contaminación y liberación de sustancias tóxicas, es posible beneficiarse de una compensación a través de proyectos de absorción de CO2 inscritos en el propio Registro.

 

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