La energía es uno de los costes presentes en todas las actividades industriales. En algunos casos, como en industrias siderúrgicas, químicas, cerámicas, etc., el coste energético es el más importante en la producción y su aumento puede afectar a la sostenibilidad económica de las empresas. Pero además de contribuir a su competitividad, el ahorro de energía en las fábricas resulta imprescindible para colaborar con los objetivos globales de reducción de las emisiones contaminantes.
Aunque cada proceso industrial es diferente, existen algunas tecnologías y medidas de ahorro energético que pueden aplicarse en cualquier empresa. Complementariamente, otras actuaciones pueden ir orientadas a reducir el coste de la energía consumida.
Gestión energética
Para ahorrar energía en la industria es preciso conocer primero el consumo energético de los distintos procesos y actividades de la empresa. Para ello, es muy recomendable disponer de sistemas de gestión energética, que faciliten los procedimientos y los equipos para medir el consumo y analizar, implantar y realizar el seguimiento de posibles medidas de ahorro energético. También se puede recurrir a la contratación externa de auditorías energéticas, que identifiquen los posibles sumideros de energía y las inversiones y acciones necesarias para reducir el consumo.
Alumbrado eficiente con LED
Todas las edificaciones industriales disponen de instalaciones de iluminación. Este es un factor de coste a tener en cuenta, ya que el alumbrado está encendido durante muchas horas cada día y suma una cantidad importante de energía consumida.
La tecnología de iluminación más eficiente es la tecnología LED, que se ha impuesto a las tradicionales lámparas de descarga industriales (vapor de mercurio, vapor de sodio, fluorescentes) como la mejor solución por su elevada eficiencia energética y una vida útil mucho mayor que cualquier otra tecnología de alumbrado. Además, las lámparas LED se encienden instantáneamente y permiten dotar de mayor flexibilidad a las instalaciones en función de su uso y ocupación. Esta tecnología es apropiada no solo para nuevas instalaciones, sino que también resulta rentable en la renovación de las instalaciones existentes de iluminación, tanto en zonas de oficinas como en naves, talleres y otros espacios.
Motores eléctricos eficientes
Los motores eléctricos representan la principal fuente de consumo de energía eléctrica industrial y su fuerza motriz se utiliza para impulsar múltiples máquinas y procesos. Una buena medida de ahorro energético es la utilización de motores de alta eficiencia, dado que presentan menores pérdidas eléctricas y mayor fiabilidad. Por otro lado, en la operación de los motores eléctricos es preciso tener en cuenta que su rendimiento es óptimo cuando funcionan entre el 75% y el 100% de su potencia nominal, por lo que conviene seleccionar adecuadamente el tamaño del motor de acuerdo a la carga que va a mover. Otra medida relevante de ahorro de energía en las industrias es la instalación de variadores de velocidad cuando los motores forman parte de accionamientos de velocidad variable, como en el caso de ventiladores o bombas, ya que permiten ajustar la velocidad del motor a las necesidades y reducir el consumo de energía.
Autoconsumo fotovoltaico
La rápida reducción de costes de las tecnologías renovables de producción de electricidad ya hace viable la instalación de placas solares fotovoltaicas en las industrias para satisfacer parte de su demanda eléctrica. Además, la entrada en vigor del Real Decreto 244/2019 ha eliminado restricciones para el autoconsumo de energía e incluso permite compartir la producción de energía entre empresas ubicadas a una distancia inferior a 500 metros, si el suministro se realiza en baja tensión.
Generalmente, la instalación fotovoltaica se conecta a la red eléctrica interior de la empresa, permitiendo cubrir parte del consumo propio. En caso de que no se precise la electricidad producida en algún momento del día, puede evacuarse el excedente de energía a la red eléctrica. Pero para maximizar el retorno económico de una instalación fotovoltaica, es preferible dimensionarla con el objetivo de autoconsumir el mayor porcentaje posible, es decir, será tanto más rentable cuanto más se aproveche la energía producida por los paneles solares para el propio consumo de la empresa. Sobredimensionar la instalación fotovoltaica para vender o compensar los excedentes con la red eléctrica conducirá a un mayor plazo de recuperación de la inversión.
También es posible la instalación de baterías para almacenamiento de electricidad asociada a la instalación de autoconsumo, una tecnología que está registrando una rápida disminución de costes y que permitirá aumentar la flexibilidad del consumo eléctrico.
Energía reactiva
Uno de los términos de la factura eléctrica de una industria es la penalización por consumo de energía reactiva. Cuando se produzcan cargos reiterados por este concepto, será preciso actuar sobre la instalación eléctrica, realizando un estudio de la batería de condensadores que sería necesario instalar para compensar el consumo de reactiva y no pagar recargos.
Pero además de la reducción del coste de la factura eléctrica, la compensación de la energía reactiva permite reducir las pérdidas en los conductores eléctricos que transportan la electricidad y aumentar la disponibilidad de potencia activa en los transformadores de alta tensión de la industria.
Discriminación horaria
El precio de la electricidad de una industria depende de la modalidad del contrato de suministro firmado con una empresa comercializadora en el mercado eléctrico, que en todo caso incluye los costes de la producción de la electricidad y del transporte por las redes eléctricas. En la modalidad de precio fijo, los consumidores industriales pagan un precio distinto en diferentes periodos horarios a lo largo del día y del año. Así, encontramos contratos con uno, dos y tres periodos tarifarios en baja tensión (menos de 1 kV), tres y seis periodos tarifarios en media tensión (de 1 a 30 kV), y seis periodos tarifarios en alta tensión (más de 30 kV).
En las grandes empresas la potencia es generalmente superior a 450 kW, por lo que corresponde aplicar tarifas de acceso que constan de seis periodos tarifarios. Desplazar parte del consumo de energía de las horas con peaje más caro (periodos 1, 2) hacia las horas más baratas (especialmente el periodo 6), es una buena medida de ahorro en la factura eléctrica.
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