El 21 de octubre se celebra el día mundial del ahorro energético. El origen de este día se encuentra en la iniciativa del Foro Energético Mundial (World Energy Forum) para promover el acceso universal a la energía. La primera celebración fue en 2012, en el día inaugural del World Energy Forum en Dubai. Celebrado internacionalmente y respaldado por una gran cantidad de países, su objetivo es garantizar el acceso a energía asequible, fiable y moderna para todos en 2030, destacando el papel fundamental que desempeña la energía en impulsar el crecimiento económico, el desarrollo humano y la sostenibilidad ambiental.
Precisamente la sostenibilidad ambiental es una de las mayores preocupaciones de la sociedad actual. Las consecuencias del cambio climático ya son evidentes en el deshielo de los glaciares, el aumento de la temperatura media y la mayor frecuencia de catástrofes naturales.
Para contribuir a frenar este proceso, las economías modernas se encuentran en un proceso acelerado de electrificación, sustituyendo los combustibles fósiles por energía eléctrica, mayoritariamente de origen renovable, para todo tipo de usos: movilidad, industria, calefacción, etc. Pero hay otra acción que resulta aún más efectiva: el ahorro de energía. No hay mejor forma de contribuir a frenar el cambio climático que reduciendo nuestro consumo energético, evitando así la producción adicional de energía y de emisiones a la atmósfera.
La Unión Europea se ha comprometido a establecer un sistema energético sostenible, competitivo, seguro y descarbonizado. La Unión de la Energía y el Marco de Actuación en Materia de Clima y Energía hasta el año 2030 establecen compromisos ambiciosos de la Unión para seguir reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero (al menos un 40 % hasta 2030, en comparación con 1990), aumentar la proporción de energía renovable consumida (al menos una cuota del 32% de energías renovables) y conseguir un ahorro energético de acuerdo con los objetivos planteados a escala europea (al menos un 32,5% de mejora de la eficiencia energética), así como mejorar la seguridad energética, la competitividad y la sostenibilidad de Europa.
Todos estos objetivos europeos se han definido mediante la actualización de distintos instrumentos legales recientemente aprobados:
- Directiva sobre eficiencia energética UE 2018/844, de 18 de mayo de 2018, por la que se modifica la Directiva 2010/31/UE relativa a la eficiencia energética de los edificios y la Directiva 2012/27/UE relativa a la eficiencia energética.
- Directiva sobre energías renovables UE 2018/2001 de 11 de diciembre de 2018, relativa al fomento del uso de energía procedente de fuentes renovables
- Reglamento UE 2018/1999, de 11 de diciembre de 2018, sobre la gobernanza de la Unión de la Energía y de la Acción por el Clima, cuyo propósito es velar por que se alcancen los objetivos de la UE en materia de clima y energía.
Las directivas, tres piezas legislativas clave en el paquete de Energía limpia para todos los países europeos, entraron en vigor el 24 de diciembre de 2018.
En España, existe abundante normativa para promover el ahorro de energía, especialmente en lo que se refiere a la eficiencia energética en los edificios. El Acuerdo de París de 2015 sobre cambio climático en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 21) impulsó los esfuerzos de la Unión Europea para descarbonizar su parque inmobiliario. Teniendo en cuenta que casi el 50 % del consumo de energía final se destina a calefacción y refrigeración, de la cual el 80 % se consume en edificios, la consecución de los objetivos de la Unión Europea en materia de energía y cambio climático está relacionada con los esfuerzos para renovar su parque inmobiliario priorizando la eficiencia energética, aplicando el principio «primero, la eficiencia energética» y estudiando el despliegue de las energías renovables.
Así, en el caso español nos encontramos con reglamentos técnicos como el Código Técnico de la Edificación, el Reglamento de instalaciones térmicas (RITE) o el Reglamento de eficiencia energética en instalaciones de alumbrado exterior, que obligan al diseño de edificios e instalaciones más eficientes energéticamente. Pero también existen otras normativas para verificar que se alcanzan los objetivos de ahorro de energía como la certificación energética de edificios o las auditorías energéticas en las empresas.
De esta forma, el cumplimiento de las normativas legales existentes y unas buenas prácticas de eficiencia energética permiten:
- Reducir el consumo de energía
- Disminuir el coste de la factura eléctrica
- Contribuir a la disminución de las emisiones de gases contaminantes
La celebración del día mundial del ahorro energético, el 21 de octubre, es una buena ocasión para reflexionar sobre nuestros hábitos de consumo de energía y aportar nuestro granito de arena a la construcción de un mundo más sostenible.
Por eso, desde TotalEnergies te disponemos de asesoramiento energético a la medida personalizado para pymes y grandes consumidores en España. Sin duda, se trata de una opción idónea para conseguir racionalizar los costes de un suministro tan básico como el energético y contribuir con el ahorro energético.
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