Se estima que en España hay cerca de 3,8 millones de tiendas, entre comercios minoristas y grandes superficies comerciales. Juntos suman un consumo de energía anual de 3.325 toneladas equivalentes de petróleo, según datos del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (Idae). 

Estos locales comerciales no demandan el mismo consumo que una vivienda particular, por lo que tampoco necesitan la misma potencia eléctrica. Es uno de los gastos que más inciden sobre sus balances de costes, a los que se debe hacer frente de manera obligatoria. Por eso, estimar el consumo, dependiendo de su actividad y tamaño, calcular la potencia necesaria en el negocio, y comparar las diferentes tarifas eléctricas del mercado, es vital para todo local, sea cual sea su actividad comercial.

Controlar cuánto se paga de luz en un local comercial es la clave para ser competitivo 

Los estudios de nuestro país señalan que en torno al 50% de las pymes dedica más del 10% de sus ingresos anuales a pagar sus facturas de electricidad. Este consumo eléctrico de un negocio comercial depende de varios factores: 

• Sector de actividad
• Dimensiones del local
• Número de trabajadores
• Maquinaria y electrodomésticos
• Horarios de consumo eléctrico

En el inicio de la actividad comercial, debemos comprobar si hay suministro eléctrico en el local, ya que es posible que no haya existido anteriormente, o que haya sido dado de baja por el anterior propietario.

Una vez comprobada esta situación, el precio de la electricidad contratada dependerá en gran medida de la potencia contratada. Por ello, siempre se recomienda a los consumidores calcular la potencia necesaria para su actividad comercial, ya que si contrata más de la que necesita, tendrá que pagar un mayor importe. En el actual contexto de exponencial encarecimiento de la luz, que está afectando tanto a grandes empresas como a pymes, el cálculo eficaz del consumo del negocio, así como la contratación de la tarifa más adecuada para este, es más crucial que nunca.

El gasto en luz de un local comercial en España

• Gasto energético en un establecimiento comercial pequeño o una oficina

La mayoría de los pequeños comercios de nuestro país consume solo electricidad, bien para la iluminación, la calefacción, el aire acondicionado, los equipos de frío, o los pequeños electrodomésticos, dependiendo de su sector de actividad. Algunos comercios consumen gasóleo o gas natural, sobre todo para la calefacción del local, pero es una opción minoritaria.

• Consumo en las grandes superficies

El gasto en energía de las grandes superficies comerciales depende de su tamaño, si bien su consumo energético medio se sitúa entre 118 y 333 kWh por m2. Su consumo y huella de carbono dependen, en gran medida, de la actividad que desarrollan y de las dimensiones del establecimiento. Así, una tienda alimentaria consume una media anual de 29.128 kWh, mientras que una del sector del ocio tiene un gasto energético de 8.597 kWh, según cálculos del Institut Català d’Energia (Icaen). 

¿Qué tipo de tarifa le conviene más a tu local? 

Como hemos visto en este artículo, la mejor tarifa de luz para una pyme depende de distintos factores, ya que no todos los negocios se dedican al mismo sector económico, ni tienen el mismo número de trabajadores en plantilla. Por eso, el empresario debe tener en cuenta todos estos factores antes de contratar la mejor tarifa de luz para su empresa.

Una vez hecho el estudio previo de las necesidades energéticas de nuestra actividad económica, debemos estudiar qué modalidad de tarifa se ajusta mejor a estas. Veamos cuáles son su principales características y diferencias.

• Indexada

En una tarifa de luz con el precio indexado, el usuario abona la energía consumida al mismo precio al que la comercializadora la ha comprado en el Mercado Ibérico de Electricidad, que establece un precio por cada hora del día. Es decir, que este mercado mayorista define 24 precios diferentes a lo largo de cada día.

Es, por tanto, un contrato con un precio 100 % variable, calculado a partir de los precios horarios de la energía, los cuales se cierran en la casación de oferta y demanda del mercado mayorista, y se publican un día antes por el mercado OMIE. 
En este tipo de tarifas, el cliente, además de abonar la energía consumida al precio que establece diariamente el mercado, deberá abonar a la compañía energética una cuota mensual, esta vez con precio fijo.

• Fija

Las tarifas fijas mantienen sus precios invariables durante todo el año, independientemente del tramo horario del consumo. Todas las Comercializadoras de Referencia (COR) están obligadas a incluirlas en su oferta energética, según el Real Decreto 216/2014.

Es decir, que estas tarifas ofrecen un precio del kWh estable, que se mantiene fijo los 12 primeros meses de contratación, por lo que los clientes pagan siempre el mismo precio por el kWh en su factura de la luz.

Por último, cabe destacar la flexibilidad del cambio en la tarifa. Un cliente puede cambiarse de modalidad una vez al año, en el momento que desee, solo con la formalización de un nuevo contrato con las nuevas condiciones tarifarias y económicas. 

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