Con la progresiva subida del precio de la luz y del gas, y el aumento de la crisis climática, el ahorro energético en centro educativos se ha vuelto, más que nunca, una prioridad. Desde aprovechar la luz natural para iluminar, hasta la instalación de placas solares: el ahorro en colegios ¡es más que posible!

¿Cuánta energía consume un centro educativo? 

Los centros educativos son instalaciones con unos horarios y un período de actividad constante a lo largo del año, con momentos de actividad e inactividad bien delimitados. Debido a que son edificios que acogen tanto a alumnado como a personal, cuentan, por una parte, con unas exigencias determinadas de confort térmico y de iluminación, y por otra con la necesidad de cubrir el funcionamiento de equipos y sistemas informáticos, entre otras cosas. 

De manera aproximada, el gasto energético de los centros educativos se reparte de la siguiente manera: 

• Calefacción: 50-55%
• Iluminación: 10-14%
• Equipos: 10%
• Otros equipos de climatización: 8-10%
• Cocina: 8-10%
• Agua Caliente Sanitaria: 3-5%

Tienes que tener en cuenta, de todas formas, que estos cálculos son aproximados, y que los datos exactos dependen de diversos factores: el tamaño del centro, la cantidad de personal y alumnado, el clima de la zona donde su ubica o su período de actividad, entre otros. 

Eficiencia energética en colegios e institutos, ¿se está consiguiendo?

La eficiencia energética en colegios e institutos es uno de los principales objetivos de estos centros desde hace unos años. En este sentido, no son pocas las instituciones públicas que ofrecen ayudas y subvenciones como impulso para conseguir estos objetivos. 

Por ejemplo, en Galicia, la Xunta, como parte del Plan de Nueva Arquitectura Pedagógica, ya ha invertido desde 2017 más de 112 millones de euros en obras de eficiencia energéticas en centros de educación, consiguiendo un ahorro de hasta el 45%. 

Por su parte, en Andalucía se cuenta con el Programa para el Desarrollo Energético Sostenible de Andalucía, con cofinanciación por parte del Fondo Europeo de Desarrollo Regional. 

Con propuestas de este tipo sobre la mesa, no podemos si no pensar que se está caminando hacia un modelo educación verde y sostenible. Sin embargo, también es cierto que queda camino por recorrer, y que cualquier medida tomada en favor del ahorro y sostenibilidad, es bienvenida.  

¿El autoconsumo es una posibilidad para las escuelas y academias? 

La realidad es que sí: todo tipo de centros educativos, colegios, institutos, universidades… pueden aprovechar la luz del sol para autoabastecerse de energía mediante placas solares. De hecho, es una de las mejores opciones para disminuir su gasto energético, que como ya hemos visto tiende a ser bastante alto y continuado, en especial porque los consumos más elevados que realizan son de origen térmico y eléctrico. 

En este sentido, teniendo en cuenta que la mayor actividad es diurna, en los días de más luz solar el ahorro experimentado en los colegios puede llegar a ser de entre el 60 y el 70%. Además, generalmente bastará con una instalación de menos de 100 kWh, lo que de acuerdo con el Real Decreto 244/2019 permite realizar un autoconsumo con excedentes. Es decir, que se puede inyectar a la red general eléctrica la energía sobrante a cambio de una compensación en la factura de la luz. 

Esto es especialmente interesante para los colegios, puesto que durante los fines de semana o festividades apenas se hace gasto energético. Por lo tanto, esta energía se puede liberar a la red para reducir el recibo a final de mes. 

Además, contando con placas solares no solo se estará disminuyendo el gasto económico del colegio, sino que se estará usando una energía limpia, renovable e inagotable, con todos los beneficios que esto supone para el cuidado del medioambiente y del planeta. 

¿Cómo ahorrar energía en el colegio? 

Ahorrar energía en los colegios no es tan complicado como parece. Si bien es cierto que son centros con un buen gasto de energía, es posible reducirlo siguiendo una serie de consejos:

1) Cuidar la iluminación

• Aprovechar la luz natural

Antes de encender las luces de las estancias, asegúrate de abrir todas las cortinas y de permitir la entrada de luz natural, en especial en los días claros y soleados, pues puede no hacer falta el uso de luz artificial.

En este sentido, a la hora de construir nuevos centros, o en el momento de remodelar o reparar los ya existentes, se puede utilizar un diseño que priorice el uso de la luz natural. Es decir, ventanas con amplias cristaleras y con persianas y cortinas para regular a gusto la luminosidad, o claraboyas en aulas y demás espacios comunes, por ejemplo. 

• Uso de LED y pantallas LCD

Al igual que en tu hogar o en cualquier lugar de trabajo, cambiar las bombillas incandescentes y fluorescentes por LED es una de las mejores opciones para ahorrar en la factura eléctrica, más si tenemos en cuenta que las luces pueden estar casi todo el día encendidas, sobre todo en los días de lluvia o poca luz natural. 

Lo mismo nos encontramos con el caso de las pantallas: las de LCD realizan un consumo mucho menor que las de plasma o las unidades CRT. 

• Uso de sensores

Es recomendable el uso de sensores para encender y apagar las luces en las zonas comunes de los centros educativos, como puede ser en los baños. Esto hará que las luces solo se enciendan cuando son necesarias, apagándose en el momento en el que dejen de detectar movimiento o presencia. 

• Climatización y refrigeración eficiente

El uso continuado de aire acondicionado durante el verano puede suponer un gasto elevado. Una buena opción es combinar este con ventiladores de techo que hagan que circule el aire por las aulas, o mantener abiertas las ventanas para que se efectúe una buena ventilación. 

• Cerrar todas las puertas de las aulas 

En los días de frío es recomendable mantener las puertas de las aulas cerradas para que el calor generado dentro no se escape a los pasillos, que no dejan de ser zonas de paso. Esto ayudará a disminuir el gasto económico en calefacción. 

2) Equipamiento escolar

• Evitar el stand-by

Cuando no se estén usando los equipos no solo hay que apagarlos, sino asegurarse de que no se queda encendido ningún stand-by. Aunque pueda parecer que no tienen importancia, estos pequeños pilotos no dejan de ser luces que se quedan prendidas, por lo que efectúan un gasto. 

•   Mejorar servicios

Como por ejemplo el equipamiento de la cafetería y de la cocina. Una gran idea es invertir en electrodomésticos más eficientes, reemplazando aquellos que son más antiguos y que gastan más energía. En este sentido, usar hornos de convección o las freidoras de aire consumen menos luz, al mismo tiempo que cocinan los alimentos de una forma mucho más sana.  

Alumnos concienciados y eficiencia energética de la mano en los centros docentes  

En un contexto en el que la crisis climática que estamos viviendo no deja de recrudecerse, la educación ambiental en los colegios y centros educativos de toda clase se hace más primordial que nunca. 

La instalación de placas solares incentiva la concienciación y la educación medioambiental de los niños y adolescentes, para que tengan bien presente desde edades tempranas la importancia del cuidado del planeta y el uso responsable de las energías. 

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