El consumo energético más importante de los hogares es la calefacción. El 47% de su energía (según datos del Instituto para la Diversificación Energética - IDAE). Por eso es tan importante y más hoy en día saber mejorar su eficiencia y saber cómo y cuándo utilizarla.

 

Antes de encender la calefacción

  • Evita entradas de aire, el aislamiento de las casas es fundamental, así que si tienes que ventilar con sólo 5 o 10 minutos es suficiente.
  • Purga los radiadores: elimina el aire para que el agua circule correctamente.
  • Apaga los radiadores de las habitaciones que no utilices y no tapes los que utilices.


En cuanto a la caldera vigila que la presión esté en 1,5 bares y asegúrate de realizar todas las revisiones  para su perfecto funcionamiento.

Si tu caldera es antigua (+10 años) es recomendable cambiarla por una de condensación con un termostato modulante , los ahorros pueden llegar a ser del 30%.

 

Al encende la calefacción

Es muy importante no poner la calefacción a tope cuando la casa está fría. Querer que la casa alcance la temperatura de confort muy rápido es muy poco eficiente y el consumo de gas será mayor. Adelántate y programa la temperatura con un termostato para que la casa vaya cogiendo calor poco a poco antes de que llegues a tu hogar.

 

 

¿Cuál es la temperatura adecuada? El termostato tu gran aliado para ahorrar

No es eficiente tener la temperatura constante en la calefacción si no la necesitas o no estás en casa. Lo que sí es importante es ir ajustándola según tus hábitos. Un termostato, sobretodo los que son modulantes (no los de rueda on/off), te ayudará a poder hacerlo de manera más eficiente y consumiendo menos gas. Los termostatos de rueda on/off lo que hacen es apagar o encender las calderas de golpe demandando la potencia máxima  de la caldera en cada encendido.

 

En el casos de los modulantes realizan ajuste inteligente de la potencia en función de las necesidades de temperatura.

 

Así funciona la demanda de potencia de la caldera en uno y otro caso: