Trucos para reducir el gasto de la nevera en verano
¿Te preocupa el consumo de tu frigorífico, especialmente durante las recurrentes olas de calor que estamos viviendo? ¡Es totalmente normal! Por suerte, reducir su consumo de manera efectiva es sencillo. ¡Que no se te escape nada!
¿De qué factores depende el consumo energético de la nevera?
Las neveras son los únicos electrodomésticos de nuestro hogar que funcionan de manera ininterrumpida durante las 24 horas del día. No es de extrañar, entonces, que su consumo energético llegue a superar a medio y largo plazo el precio de su compra.
El gasto de energía de cada nevera depende de varios factores que tienes que tener en cuenta. Principalmente:
Potencia del electrodoméstico
Como es lógico, a cuanta mayor potencia, más gasto energético. Es cierto que con una buena potencia el electrodoméstico contará con una mejor capacidad de enfriamiento, pero debes tener en cuenta que también su consumo de luz será más elevado.
Consumo: etiqueta energética
Como siempre que hablamos de electrodomésticos y de gasto energético, es esencial que tengas en cuenta la etiqueta energética de los mismos. Esta determina cuánto de eficiente son los aparatos tomando como referencia su gasto de luz. Con la entrada en vigor de los cambios respecto a las etiquetas de eficiencia energética es posible que te sea difícil encontrar neveras con la etiqueta A, ya que las condiciones para que un electrodoméstico sea introducido en esta categoría se han vuelto más estrictas. Esto quiere decir que, por el momento, las neveras más eficientes las vas a encontrar englobadas en las categorías B e incluso C.
Cantidad de alimentos
La cantidad de alimentos que introduzcas en el frigorífico influye de manera proporcional a su consumo energético: cuantos más alimentos, más gasto de luz puesto que el electrodoméstico necesita emplear más energía.
Limpieza
No te olvides de mantener limpia y en buenas condiciones tu nevera. Es importante que vigiles el estado de su parte trasera para asegurarte de que tiene una buena entrada y salida del aire que evite que el frigorífico haga sobreesfuerzos.
Frecuencia de apertura y cierre
Cada vez que abres la puerta de tu nevera entra aire caliente, lo que hace que el sistema de enfriamiento se ponga en marcha. Por esto mismo es importante que no abras tu frigorífico más veces de la cuenta o durante mucho tiempo.
Tipo de dispositivo
El gasto energético del refrigerador es menor que el que del congelador, por lo que un combi o unidad de dos cámaras consumirá más energía que una unidad simple.
¿Cuál es la temperatura ideal de la nevera y el congelador en verano?
Para responder a esta cuestión debes tener en cuenta el clima y las condiciones ambientales de la zona en la que habites.
La temperatura media que se recomienda para la nevera en verano es de unos 4ºC. Ahora bien, si vives en una zona con altas temperaturas en verano, lo mejor es que la bajes a 2ºC, más o menos. Si por el contrario el verano no es muy cálido, puedes dejarla a 4ºC o 3,5ºC.
En cuanto al congelador, la temperatura media recomendada se sitúa en unos -18ºC. En función de la temperatura exterior puedes variarla entre los -15 y los -22ºC, pero asegúrate de no sobrepasar estos límites para no perjudicar el estado de los alimentos.
¿Cómo reducir el consumo de energía de la nevera?
Reducir el consumo energético de tu frigorífico día a día es posible siguiendo una serie de sencillos consejos que no te costará implementar:
No meter alimentos calientes
Es esencial que antes de meter cualquier alimento que esté caliente en la nevera esperes a que se enfríe a temperatura ambiente. Es más, si introduces alimentos demasiado calientes podría llegar a producirse un choque térmico que hará que la nevera consuma más energía.
No sobrecargar el frigorífico
Si cargas demasiado la nevera el frío puede no extenderse de la manera correcta por todo el espacio. Si por el contrario está muy vacío, puedes meter botellas de agua para que la temperatura interna no cambie.
La ubicación del frigorífico
Lo mejor es disponer la nevera en la parte más fresca de tu cocina, y evitar zonas cercanas al horno, la vitrocerámica, luz solar directa o radiadores, por ejemplo. Del mismo modo, evita los espacios muy estrechos que pueden dificultar el buen funcionamiento del ventilador, e intenta dejar un espacio de al menos 10 cm entre la parte trasera de la nevera y la pared.
Colocación de los alimentos
Es importante colocar los alimentos de una manera adecuada en la nevera, teniendo en cuenta el nivel de frío que necesita cada uno para su buena conservación. Por ejemplo, los alimentos frescos es recomendable que se dispongan en la zona más fría, la inferior.
Del mismo modo, es conveniente que dejes espacio detrás de las paredes internas y coloques alimentos muy cerca de esta, ya que es una parte húmeda que puede favorecer la creación de escarcha.
Regula la temperatura correctamente
Es común que, con una temperatura externa muy alta, se tienda a bajar demasiado la temperatura de la nevera. Como es lógico, esto hace que el gasto de energía aumente, concretamente un 5% cada grado que baja. Por esto mismo es importante que respetes las temperaturas recomendadas que te expusimos al inicio de este post.
Como has podido comprobar, ¡ahorrar es posible! optimizar el consumo eléctrico de tu nevera no es tarea complicada, tan solo basta con prestar atención a pequeños detalles. Y a ti, ¿te han funcionado estos consejos?